Tiene forma humanoide, gran estatura, alas que se pliegan y ojos rojos. Se relaciona su presencia con sucesos extraños como avistamiento de ovnis o sucesos paranormales, y también como anticipo de alguna catástrofe.
El hombre polilla, o también llamado hombre búho se encuadra dentro de la mitología o de las leyendas urbanas, como el Yeti, el monstruo del Lago Ness y un largo etcétera. Hay teorías que indican que los avistamientos de estos hombres polillas pueden deberse a una especie de contagio o histeria colectiva en situaciones de gran estrés emocional. Falso o no, la realidad es que son numerosos los testigos que aseguran haberlos visto. Hay testimonios de su presencia en Point Pleasant, Virginia, semanas antes del derrumbe del puente colgante en 1967 que provocó la muerte de cuarenta y seis personas. En este caso se considera la presencia del hombre polilla como una especia de mensajero profético. El caso de Point Pleasant es el más conocido al ser trasladado al cine bajo del título de Mothman, pero no es el único. Se han reportado testimonios en lugares tan dispares como Nueva York el día de los atentados del 11 de septiembre de 2001, en Cornualles (Inglaterra) antes del avistamiento de numerosos ovnis, en Chernobil, antes del desastre nuclear, y también en Chihuaua (México), Chicago o Santiago de Chile.
Quizás, la popularidad de este personaje en series y programas de televisión es lo que ha fomentado que esta figura se asiente en el imaginario colectivo, y cualquier forma parecida se asocie a él; después, la mente humana se encarga de relacionarlo de manera inconsciente con cualquier hecho funesto que haya acontecido.
En cualquier caso, real o no, si alguien ve o cree ver un hombre polilla, un mothman, ¡que corra!