Los libros no son solo fuentes del saber, también ocultan misterios y provocan asombro y preguntas. Códices y libros antiguos hay muchos y muy curiosos que despiertan el interés de anticuarios y coleccionistas, pero el caso del Manuscrito Voynich es único porque no es un códice como otro cualquiera ya que para empezar no se puede leer. Su escritura es incomprensible y sus ilustraciones perturbadoras.

El nombre de Voynich es el del comerciante que lo compró en 1912. Según las pruebas científicas a las que fue sometido el manuscrito, parece ser que data de entre 1404 y 1438 y su origen es de algún país centroeuropeo. Tiene varias firmas que constatan que pasó por varias manos como las del médico y farmacéutico Jacobus de Tepenec, consejero del emperador Rodolfo II del Sacro Imperio, aficionado a la magia y las ciencias ocultas; y tras varios cambios de dueño el manuscrito llegó a la biblioteca del Colegio Romano donde tras dos siglos fue incluido en el lote que compró Wilfrid M. Voynich, un tratante de libros raros.

Se pensaba que el códice contenía conocimientos alquímicos por su contenido ecléctico formado por una especie de manual botánico con descripciones de plantas imaginarias, símbolos zodiacales, diagramas astronómicos, mujeres desnudas y extraños sistemas de tuberías. En cuanto al idioma en el que está escrito hay muchas hipótesis: todos los estudiosos que lo han investigado como lingüistas, criptógrafos y descifradores de códigos, se han visto impotentes para descifrarlo. Había varios tipos de escritura, algunos caracteres extraños y otros latinos. Se pensó en alguna especie de código secreto y palabras en clave, como también se han utilizado en la antigüedad para mandar mensajes políticos o secretos que solo su receptor pudiera entender, pero este manuscrito es totalmente indescifrable. Otra hipótesis es que simplemente se usaron palabras sin sentido o que se trata de un dialecto totalmente desconocido.

El misterio del códice Voynich incluye el desconocimiento de su autoría, aunque se cree que pudieron ser varios autores. Todo en el manuscrito es extraño y contradictorio. Actualmente se encuentra en la Universidad de Yale en espera de que alguien pueda, por fin, revelar todos sus secretos y tal vez entonces nos encontremos con asombrosos descubrimientos.